La vertiente sur de la Acrópolis fue posiblemente en la antigüedad el centro religioso más importante, después de esta misma roca sagrada y el principal núcleo urbano de la cultura. Aquí se han desarrollado los grandes templos de Dioniso Eleutereo y de Asclepio y se fundó el teatro de Dioniso, el más antiguo de su tipo en Grecia, en el cual floreció el drama griego antiguo. Largo de los siglos se han agregado tambien otros edificios importantes para la vida social y cultural de los atenienses, como el Odeón de Pericles, la Stoa de Eumenes y mucho más tarde, durante el período romano, el Odeón de Herodes Ático, conocido como Herodión o Herodium.
La vertiente norte de la Acrópolis fue tambien el punto de referencia en la vida religiosa de la ciudad, que era la región en que se encontraban adorados principalmente las personalidades secundarias de los dioses del Olimpo, como demuestra la existencia de las cuevas sagradas (Pan, Zeus Olímpico y de Apolo) y el Santuario de Afrodita y de Eros. En él todavía existió la fuente micénica y la fuente de reloj de arena, que era absolutamente crucial para la Acrópolis, pero también la región